Actualizado el 11 de enero de 2016.
La lengua es patrimonio de sus hablantes, quienes tienen el derecho de utilizarla. No hace falta ser filólogo para criticar sus usos y costumbres ni —digámoslo así— las normas de la RAE; lo que sí sería menester es, antes de escribir sobre lengua en un blog el miriadésimo artículo criticando que haya tal o cual palabra incluida en el DRAE, investigar un poco, porque, por mucho que guste por norma general criticar a los académicos, lo que hacen suelen hacerlo por alguna u otra razón, por muy arcana y sibilina que pueda ser.
Puedes imaginarte que tengo la costumbre de leer artículos sobre lenguas, entre los que hace un par de días me topé con este. No pretendo, ni mucho menos, atacar a la autora ni desmerecer su opinión; simplemente me gustaría aclarar algunas cosas.
En primer lugar, habría que pensar que el propósito de un diccionario como el DRAE es que la gente lo consulte para averiguar el significado de una palabra que lee en un texto español: en principio, cualquier texto, de cualquier época. Aclarado esto, procederé a comentar algunos de los apartados del mencionado artículo, los más dignos de comentario por alguna u otra razón.
«almóndiga»
Efectivamente, «almóndiga» remite a «albóndiga», lo cual quiere decir que «albóndiga» es la forma preferida. En el artículo, se queja la autora de que ni siquiera especifica la RAE que «almóndiga» sea vulgar… Basta con darse cuenta del artículo enmendado, donde sí se especifica que es un empleo vulgar, además de en desuso.
El diccionario de la RAE no es un ente inmutable en el tiempo, sino que va cambiando.
La pregunta sigue siendo… ¿por qué aparece «almóndiga»? Se suele creer, erróneamente en mi opinión, que lo que aparece en el diccionario va a misa, por así decirlo. Sin embargo, el diccionario, afortunadamente, ha pasado de ser —desde sus años mozos en los que fijaba, limpiaba y daba esplendor— prescriptivo (decía lo que tenía que haber) a descriptivo (lo que realmente hay). Retomando entonces lo que dijimos antes, tiene sentido que el diccionario recoja una palabra que aparece en textos españoles de autores reconocidos, como en las Poesías de Bretón de los Herreros, donde tenemos el siguiente texto, según facilita el CORDE:
Ni de la imprenta los tórculos
Te han de adquirir una almóndiga,
Ni tener capa te es lícito
Que te guarde de la atmósfera.
«murciégalo» (y «crocodilo»)
«murciégalo» y «crocodilo» son las formas etimológicas de las actuales «murciélago» y «cocodrilo»
Como bien explican en el artículo invitado, «murciégalo» viene a significar ‘ratón ciego’. Por cierto, que también existe en el español, aunque ya en desuso, «mur», el antiguo ratón; como puede suponerse, está emparentado con el mouse inglés.
En cuanto a «crocodilo» (cf. inglés crocodile), me gustaría poner en duda la etimología que encuentro por todos sitios, según la cual procede del latín crocodilus, a su vez del griego κροκόδειλος [kɾoˈkodeilos] —hasta aquí, todo en orden—; κροκόδειλος sería un compuesto de κρόκη [ˈkɾoke:] ‘guijarro’ y δρῖλος [ˈdɾilos] ‘lombriz’, de lo que se derivaría un significado tal que ‘un animal alargado que se tumba entre los guijarros’. Esta etimología no se explicaría del todo bien, ya que tenemos un acabado en -δειλος frente a una palabra δρῖλος, proceso en el que se ha perdido una [ɾ] (¿quizá por disimilación de dos [ɾ] cercanas?); en cambio, apostaría por otra palabra, δειλός [deiˈlos], que significa ‘malvado, ruin’, muy en consonancia con la imagen que se tiene del cocodrilo y sus famosas lágrimas, aunque se quedaría descolgada la parte referente a los guijarros… se non è vero, è ben trovato. En cualquier caso, la pronunciación de esta palabra, así como su etimología, debía de ser ya confusa para los romanos, ya que encontramos numerosas formas: crocodilus, cocodrillus, corcodillus, corcodrillus, crocodrillus, etc., tal y como recogen Ernout y Meillet.
«descambiar»
Confieso que, de muy pequeño, también hice un razonamiento parecido. Sin embargo, basta con fijarse un poco en que descambiar algo es, simplemente, deshacer el (inter)cambio que se había hecho previamente, normalmente de dinero por un objeto.
letra ye
Soy yo el primero de cuyas manos muertas y frías tendrán que arrebatar el nombre de i griega. Sin embargo, este nombre no es más que una especie de oxímoron. Efectivamente, la ‹y› es de origen griego, pero no era una i, sino una simple u; por tanto, es impropio (etimológica/históricamente) hablar de i griega. Ni siquiera era leída como la u francesa en la mayoría de los dialectos griegos, sino que era un rasgo propio del dialecto ático, que más tarde intentarían copiar los romanos pedantes o cultos, y que los demás se limitaron a pronunciar [i] (y es de hecho la pronunciación del griego moderno).
Es cierto que pasar de un elegante i griega a un vulgar ye es difícil, pero es mucho más coherente con el resto de nombres del abecedario. En cualquier caso, y si hubiera que eliminar fulminantemente el nombre de i griega, yo propondría ípsilon, nombre que recibía en griego y que conserva en idiomas como el alemán o el italiano.
Por lo demás, «toballa», «agora» y «asín» tendrían las mismas explicaciones ya dadas a lo largo de este artículo: el diccionario recoge lo que hay, o lo que ha habido.
Fuentes
- Buck, Carl Darling. The Greek Dialects. Bristol: Bristol Classical Press. 1998. Impreso.
- Corpus diacrónico del español. Real Academia Española. Web. 26 de febrero de 2013.
- Ernout, Alfred y Antoine Meillet. Dictionnaire étymologique de la langue Latine. Histoire des mots. París: Klincksieck. 1951. Impreso.
- LiquorArt. «pretty crocodile». deviantART. 8 de agosto de 2008. Web. 26 de febrero de 2013.
- «almóndiga». Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. 2001. Web. 26 de febrero de 2013.
- «almóndiga». Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. 2014. Web. 11 de enero de 2016.
«El veloz murciégalo comía almóndigas con el crocodilo», de delcastellano.com
Nos puedes encontrar también en
FACEBOOK: facebook.com/delcastellano
TWITTER: @delcastellano
GOOGLE+: +delcastellano
«El veloz murciégalo comía almóndigas con el crocodilo», de delcastellano.com.